Todo el mundo conoce los beneficios que trae consigo la ingesta de agua. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua es esencial para el cuerpo humano en cualquier etapa de la vida porque ayuda a regular la temperatura corporal. También mantiene la piel hidratada y elástica, lubricando articulaciones y órganos y manteniendo una buena digestión. Pero, si bien era conocido la necesidad de ingerir agua, conoceremos cuándo es mejor optar por agua fría y cuándo es mejor decantarse por el consumo de agua caliente o tibia.
Pero, antes, en el Día Internacional del Agua, profundizaremos sobre los múltiples beneficios que presenta el agua para el ser humano, si bien nuestro cuerpo está conformado al 70% por este líquido. El agua actúa como motor, haciendo que todo el organismo engrane y funcione a la perfección.
¿Qué beneficios tiene el agua para el organismo?
Son muchos los beneficios que ofrece el agua, además de permitir que nuestro organismo realice la mayor parte de las funciones vitales. Exponemos algunos de ellos:
- Evita el dolor de cabeza y la migraña: En muchos de los casos de migraña, la razón principal de esta dolencia es la deshidratación. Consumir más agua puede aliviarlo.
- Alivia la fatiga: El agua actúa como escudo del organismo y eliminador de toxinas. Cuando hay menos agua en el cuerpo, el corazón tiene que trabajar más y bombear con mayor celeridad, por lo que la fatiga puede aumentar. Sucede lo contrario cuando se está bien hidratado.
- Evita el mal aliento: La saliva ayuda a mantener la lengua hidratada y a eliminar bacterias. La proliferación de malos olores se produce cuando existe una clara falta de agua.
- Reduce el riesgo de cáncer: Además de ser principal actor en la funcionabilidad del organismo, también es importante el agua para reducir las probabilidades de enfermedades. Por ejemplo, del cáncer. Según la Sociedad Americana del Cáncer, sugieren que beber mucha agua puede reducir el riesgo individual de padecer cáncer de vejiga.
- Ayuda a la digestión: Los alimentos que consumimos, cuando deben descomponerse en el organismo, necesitan agua. Esto favorece a la tasa de metabolismo, previniendo estreñimiento y mejorando la correcta metabolización.
Estos puntos mencionados son algunos de los muchos beneficios que presenta la ingesta de agua. Recomendado el consumo de entre 1.5 litros y 2 litros de manera diaria según la OMS. El agua puede presentarse en varios estados y temperatura. Analizaremos cuándo elegir entre fría o caliente.
¿Por qué es bueno beber agua fría?
Beber agua fría obliga al cuerpo a gastar energía. Esto se debe a que el cuerpo tiene una temperatura más elevada que la del agua, por lo que necesita contrarrestar la llegada del frío a través del agua. En un largo plazo, esta quema de energía y, por tanto, de calorías, conlleva a que la ingesta de agua fría sea beneficiosa para la pérdida de peso.
Supresor del apetito, el agua fría puede provocar que la sensación de hambre sea menor que antes de ingerirla. Aunque esto no quiere decir que el hambre desaparezca, puedes encontrar la sensación de disminución de apetito. También, durante el entrenamiento físico, el consumo de agua fría mejora el rendimiento, en especial si las temperaturas son elevadas, sobre todo en los meses de verano, además de estimular el metabolismo.
Como curiosidad, cabe destacar que antiguamente beber agua fría no estaba al alcance de cualquiera. Esto diferenciaba a la clase rica de la clase pobre, que no tenía oportunidad de refrigerar el agua de ríos o manantiales. Hoy es normal encontrar agua fría o, incluso, helada, pero no lo fue así hace algunos siglos.
¿Qué beneficios tiene el agua caliente o tibia?
La ingesta de agua tibia tiene multitud de beneficios. La liberación de toxinas perjudiciales para el organismo, la mejora de la función metabólica o la reducción del estrés y relajación del sistema nervioso son algunos de los beneficios que aporta.
¿Por qué es bueno beber agua en ayunas?
Una manera sencilla de alcanzar el consumo de agua recomendado diariamente es empezar por un vaso de agua nada más despertarse, y, al menos, diez minutos antes de desayunar. Esto lleva consigo múltiples beneficios. Según el Instituto Europeo de la Hidratación, estos son algunos:
- Una adecuada hidratación es importante para un funcionamiento correcto del cerebro. Cuando estamos adecuadamente hidratados, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y el cerebro se mantiene alerta.
- El consumo adecuado de agua es esencial para que los riñones funcionen bien, ayudándolos a eliminar residuos y nutrientes innecesarios a través de la orina.
- Mejora el tracto digestivo ya que el agua es necesaria en la disolución de nutrientes para que estos puedan ser absorbidos por la sangre y transportados a las células.
- El agua es un gran aliado para la piel ayudando a mantener la elasticidad de la misma y su tonicidad.
- El agua actúa como un lubricante para los músculos y las articulaciones: ayuda a proteger a las articulaciones y a que los músculos funcionen correctamente.